Las etiquetas RFID contienen una antena que les permite recibir y enviar señales de radiofrecuencia a un transceptor RFID. La electricidad estática puede dañar el microchip que contienen las tarjetas RFID. En las operaciones de impresión y fabricación de etiquetas impresas y electrónicas es habitual que se produzcan cargas electrostáticas en cualquier punto del recorrido, desde el rodillo de alimentación hasta la zona de rebobinado. Estas cargas se deben al contacto y separación del material de la bobina en el rodillo de desenrollamiento y durante el paso del material por los distintos rodillos y estaciones de procesamiento de la imprenta o el equipo de conversión. Lamentablemente, los pequeños circuitos de las etiquetas RFID podrían no ser lo suficientemente fuertes como para resistir la exposición a cargas electrostáticas.