Las revistas, folletos o libros procedentes de las máquinas anteriores se transportan por una línea automática hacia la máquina de envolver o de paletizado. Antes de llegar ahí, entran en una máquina de agrupamiento, donde se apilan. Cuando el fardo sale de la mesa del apilador, el cambio brusco de velocidad de la máquina puede provocar que las pilas poco estables se muevan o se caigan. Los apiladores de compensación están equipados con barras generadoras de electricidad estática en la parte superior y en los lados, con distintas polaridades opuestas, que estabilizan el fardo para garantizar el transporte.