Un soplador ionizador montado sobre la película dirige la ionización hacia ella. De esta manera, se eliminan las cargas electrostáticas durante el proceso de rebobinado y se evita que la película atraiga la suciedad del entorno. Como consecuencia, los materiales neutralizados permanecen limpios de polvo y suciedad, se reducen notablemente las pérdidas de tiempo y los rollos inválidos, y se mejora la calidad general de los productos. Asimismo, la eliminación de las cargas electrostáticas también hace desaparecer el riesgo de descargas para el personal.